Desconfinamiento

El ser humano, gracias a la facultad del uso del lenguaje, necesita nombrar todo lo que ocurre a su alrededor. Todo lo que sucede y lo que ha sucedido, aceptando la imposibilidad de poner nombre a lo que va a suceder en el futuro. En esta necesidad de creación se inserta la palabra desescalada, una palabra inexistente hasta hace unos días en nuestro vocabulario. Recuerdo ahora las palabras de Don Manuel Seco, que explica extraordinariamente el significado del sentimiento de solidaridad entre los hablantes de una misma lengua: actitud, identificación, unión. No está en el diccionario de la RAE, aunque en el Diccionario del Español Jurídico, también de la Academia, sí aparece la entrada ERTE. Desescalada es un término creado ad hoc para denominar la incorporación a una “nueva normalidad”. Desconozco el origen de su nacimiento: en la política, en los medios de comunicación, en el vértigo del desbarajuste, de la esperanza o de la incertidumbre. Su significado es aún ambiguo e hipotético, y contiene lo que va a suponer la salida del confinamiento. Nótese que desescalada se interpreta como lo contrario de confinamiento. Desconfinamiento, también inexistente, hubiera podido ser una opción, pero no lo ha sido.