De una puñetera vez

Una vez más, los partidos has puesto su interés electoral por delante del objetivo de una megaobra. Si era o no necesaria, es otro cantar. El caso es que la Junta socialista abordó las obras de una presa en Siles para regantes de las sierras. No una presa cualquiera, sino un pantano que retuviera agua del Guadalimar para más de 400 regantes y unas 13.000 hectáreas de olivar. Se inició en 2007 y en 2015 estaba finalizada a falta de delimitar zonas regables y conducciones. Inaugurada, olvidada durante tres años y vuelta a inaugurar hace un año por el presidente Moreno, el tripartito prometió que en su primera semana la presa de Siles sería una realidad. La única realidad es que Siles posee una enorme presa de la que ni una sola gota se aprovecha para el uso para el que, se supone, fue creada. Y los agricultores y los sindicatos agrarios se desgañitan para exigir, sean quienes sean los políticos responsables, de una puñetera vez, aborden las gestiones para que agua y la inversión puedan beneficiar a los agricultores. El pim, pam, pum, de unos y otros, evidencia la poca seriedad de nuestros políticos y el desprecio a sus votantes.