De película
Dice ser un tipo audaz. Le pone ser el más listo de la clase para llevar su ambiciosa astucia al límite y hacer de la necesidad la más maquiavélica virtud. Pero por encima de todo le gusta la interpretación, tal vez tenga vocación de actor y su destino sea ejercer como maestro de la performance. Así un buen día sin ser Robert de Niro quiso tener su momento de gloria en “Quince minutos” de empoderamiento presidencial. Luego jugó a ser Paul Newman con un papel protagonista interpretando “El Golpe” tramando después una fuga peliculera de Tarantino y queriendo parecer George Clooney en una “road movie” solo alcanzó a ser “El fugitivo” al estilo Berlanga. Después decidió que otros en su nombre interpretaran a Tim Robbins en “Cadena perpetua” mientras él viviría “La dolce vita” de Mastroianni hasta que llegara la amnistía. Hace poco tuvo “Un plan brillante” con la banda de “Los siete magníficos” y regresando del pasado sin un Delorian quiso hacer un último saludo en el escenario representando “El truco final” del ilusionista para desaparecer con sombrero como Thomas Crown en un museo. Ahora juega a ser Di Caprio en “Atrápame si puedes” creyéndose un Napoleón que al final tendrá su Waterloo pagado por “Los otros”. Si lo ven con un Dry Martini en la mano tienen licencia para llamarle Mont, Puigdemont.