De Gaulle visitó Jaén

Este presidente y famoso militar, pues llegó al generalato muy joven, eligió el Parador Nacional de Jaén para escribir sus memorias, y eso que la baraja de paradores de España es tan diversa, artística y visitable para el viajero que desea encontrar nuevas sensaciones que fijarse en la del Cerro de Santa Catalina fue un alto honor para cualquier jaenero que se precie, digno de tenerlo grabado en la memoria. El espectáculo que ofrece el parador de la ciudad recostada en la ladera como paloma tomando el sol y en la llanura de Jaén, le tuvo que cautivar grandemente. Ver en la lejanía Puerto Alto, Sierra Mágina nevada o Jabalcuz con capa de armiño es un espectáculo natural que está al alcance de las retinas y del corazón. Efectivamente, nuestro parador es un privilegio para el viajero que disfruta de sus espaciosas estancias que asemejan tiempos de moros y cristianos en permanentes luchas armadas. El general De Gaulle, estoy seguro que al ver nuestra catedral de Jaén se hincaría de rodillas, así como la primera dama de Francia, su esposa, ya que eran católicos puros, sensatos y creyentes hasta el último hálito de sus vidas. La estancia de este ilustre visitante fue de largos días, aquí estaba a gusto y con el silencio deseado.