De bebés, rastas, besos y cal viva

04 mar 2016 / 17:30 H.

Primero fue el bebé de la Bescansa y las rastas del diputado canario y ahora el beso, ya más famoso que el de Klimt, los tuteos y la cal viva. Fueron tendencia en las redes sociales —esa “ciudad sin ley” que bien denunciaba la actriz Clara Lago— y de lo que más se habló también en horas y horas de televisión. Nos quedamos en la anécdota y, al fin y al cabo, lo que menos debe importar en una España que va camino de cumplir tres meses sin Gobierno. Y no es el argumento con el que insistía Sánchez, sino que todo apunta a que son necesarias nuevas elecciones para desbloquear la situación y estas serán en junio. Seis meses habrán pasado. Seis meses perdidos en una España que urge. Así son los plazos legales pero, ¿no se podría apremiar la convocatoria con las urnas, acortar los pasos —de campaña andamos ya bien servidos—? Bien podrían hacer la trampa (quien hace la ley, dice el refrán) para que, al menos, parezca que importan más los problemas reales de los ciudadanos que su juego de la silla. Y lo digo desde una provincia en la que, mientras ellos discutían quien es peor, volvía a encabezar los datos de paro.