Cursillos de cristiandad

    21 oct 2020 / 16:48 H.
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    No es la primera vez que escribo del Movimiento de Cursillos de Cristiandad ni tampoco será la última. Me siento tan agradecido por lo mucho que he recibido de este Movimiento que cualquier oportunidad es buena para testimoniar el bien que es capaz de hacer en las personas, y más ahora que renace con fuerza, energía y mucha ilusión en nuestra diócesis de Jaén. Vivir la experiencia de un cursillo de Cristiandad es única e irrepetible. Viví mi cursillo hace poco más de treinta años, desde entonces todo lo bueno que me ha pasado en la vida se lo debo, en gran parte, a esa experiencia de fe vivida durante un fin de semana. Me ayudó a cambiar miradas, transformar pensamientos, gestionar situaciones, fortalecer la fe y encontrar respuestas a para qué vivir. Me dio herramientas para construir cimientos fuertes y sólidos que me mantienen en pie, que no dejan que me doblegue a pesar de tambalearme. Del 5 al 8 de noviembre se va a celebrar un nuevo cursillo, en la Casa de Espiritualidad San Juan de Ávila, en La Yedra. Los que tengan la suerte de vivirlo disfrutarán de la oportunidad de descubrir lo fundamental cristiano. “Se trata de una proclamación Kerigmática, es decir, una proclamación testimonial, alegre y jubilosa del Evangelio y de la alegría de vivir en cristiano, realizada por laicos y sacerdotes”. Tres días para un triple encuentro: el encuentro con un mismo que la rutina nos roba y nos impide mirar en nuestro interior y a nuestra vida; el encuentro con Dios, el gran desconocido que siempre tiene algo que decirnos; y el encuentro con los demás hermanos para hacer cosas grandes. Tres días para vivir el resto de tu vida de forma diferente, distinta, con otra perspectiva inmensamente enriquecedora. Tres días para fortalecer el alma y el corazón, para vivir algo único. Porque no se trata de “pegarse la buena vida”, sino de vivir una vida buena. Vivir un Cursillo de Cristiandad no deja indiferente a nadie, los grises de la vida los transforma en colores, porque de colores la vida se vive mucho mejor. Merece la pena. ¿Te atreves? Atrévete a ser feliz, seguro que lo agradecerás.

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