Cuéntame un cuento

    07 oct 2023 / 09:46 H.
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    Desde la más tierna infancia y a tan sólo un golpe de clic, disponemos de infinito contenido audiovisual en internet. Actualmente, hemos sustituido el ver películas de Disney por los streaming de youtubers y los vídeos de Instagram y Tik Tok. Se está desatendiendo el leer cuentos y contar relatos, al dar una tablet o un smartphone a los menores para que se zambullan en solitario y naveguen sin filtro por internet. Lo que supone una sobreexposición continua a poses, actitudes, formas y comportamientos, muchos de ellos sexualizados, que impregnan y absorben, para posteriormente imitarlos consigo mismos y con sus amistades cuando van creciendo. Cada vez son más numerosos los menores que no se relacionan con sus iguales al salir del centro educativo. Cuando vuelven a casa, se encierran en sus dormitorios y, desde sus cuatro paredes, navegan de manera errante y a brincos, con la aparente ilusión de estar conectados a miles de colegas, pese a bucear sin compañía en la Red. Protejamos a los menores, desde las primeras etapas del desarrollo, acompañándoles en su educación a través de la reflexión y el diálogo. Ya lo decía Mandela, la educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo.

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