Cuéntame un cuento

El de los tres cerditos: el lobo se los quiere comer y se salvan por la sólida casa del más prudente que queda así como el mejor y se pone la medalla de poder salvar a los otros imprudentes, chisgarabís, flojos, insolidarios. En estas elecciones habidas creo que entendemos la aplicación de esa fábula. Y me centro en el papelón realizado por los que se dejaron casi comer por el lobo. Porque no los veo con ninguna intención de estudiar aunque sea someramente la causa de su desgracia. Encima veo risas (aquello de “dientes, dientes”) cuando como mínimo debiera haber cara de circunstancias. ¿Es que no ha tenido la izquierda bastante con lo que le han arreado?, ¿piensan repetir una y otra vez la misma función de circo, de todos sabida y valorada? Sobrentendiendo que parte de su dirigencia es culta y conoce de sobra los caminos de la Historia, ¿todavía no los entendieron?, ¿creen que siguiendo con la profusión de corralitos, caseticas de paja como chozas de melonero de poca capacidad y presencia pueden tener opciones para no solo vencer al lobo sino siquiera resistir en sus cubículos?