Cuando se abre el telón

26 nov 2016 / 11:37 H.

Está la capital tan huérfana de fábulas que parece una broma de mal gusto el argumento esgrimido por la jefatura cultural encargada de separar la paja del trigo artístico que llega hasta nuestro paladar. Así la cosa —y de momento no hay desmentido de la autoridad competente— la obra de teatro que anoche cobró vida, contra todo pronóstico, y llenó el Infanta Leonor, “Agosto. Condado de Osage”, en el Festival de Otoño, dirigida por el jiennense Carlos Aceituno y protagonizada por actores jiennenses, no pasó el filtro municipal para poder incluirse en el cartel porque no pasaba el corte. El baremo es que los montajes tienen que haber pasado antes por “Gran Vía”. Entendemos que no valen atajos artísticos, que si atrochas por la calle Montera con éxito de crítica y público en un lupanar por horas tampoco vale. Los actores, sin duda, hubieran preferido un corte literal de mangas antes que escuchar semejante majadería. Si la alternativa taurina dependiera, pongamos por caso, del fielato municipal, la fiesta de los toros en Jaén sería historia. No está el Ayuntamiento para dar oportunidades a nadie. Aquí solo queremos estrellas y si algún espontáneo salta al ruedo que se busque la vida y corra con los gastos de enfermería. Deben entender estos titiriteros que cuando se está acostumbrado al caviar, el jamón de pata negra se atraganta. Son tales las superproducciones que saturan la agenda que hacer un hueco en la programación a profesionales de aquí no procede ni por exigencias del guion. Gracias al apoyo de empresarios locales y a que la Diputación cedió su parte del cartel fue posible abrir el telón para un espectáculo cuya recaudación va destinada a la Asociación Jiennense de Esclerosis Múltiple. Que paren el tranvía, que nos bajamos.

Alcaldes de La Loma, Las Villas y Segura, cansados de escuchar cantinelas políticas antiguas, descatalogadas, dan un paso al frente, aún incipiente, pero necesario, y suman fuerzas para reivindicar la conversión de una vez por todas de la Nacional 322 en la Autovía Linares-Albacete (A-32). La reunión previa con representantes de 16 municipios tuvo lugar en Torreperogil y se sumaron alcaldes de distinto signo político para aprobar una declaración conjunta que insta al Gobierno a terminar esta carretera que registra un retraso histórico y que en Jaén solo tiene unos 34 kilómetros abiertos al tráfico de los 236 previstos. Los presupuestos guadianescos de distintos gobiernos obran esta chapuza histórica para la provincia. La berrea política partidista impidió, hasta ahora, hacer un verdadero frente contra la desidia presupuesta del Estado en Jaén. Vendrán presiones y sería importante que los ciudadanos de estas ciudades y municipios obviados mantengan la pancarta en la cabecera de la manifestación. De momento es mejor mantener la llama reivindicativa política de estos alcaldes que una foto de familia de la que sería deseable que no se cayera nadie.

La muerte le brindó el último e inesperado homenaje de buena parte de los valencianos cuando su estrella política se apagaba. Mientras alguna deshonrosa sobreactuación daba la nota, eso que se llama sentido común también daba algunos ramalazos, incluido el del Ayuntamiento de Valencia hoy gobernado por Compromís. Así, por ejemplo, desde las antípodas políticas y de vuelta de todo, el que fuera líder de Izquierda Unida, hoy diluido su discurso en Podemos, Gaspar Llamazares dijo: “Ni homenaje ni panegírico, solo humanidad”. La torpeza moral de no saber bajarse del escenario y luego, también, la sobreactuación de compañeros de partido con la mala conciencia de dar la espalda.