Cuando llegas...

    21 sep 2023 / 09:07 H.
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    Cuando llegas... cuando tu voz se escucha, te dejas resbalar en el vacío... Con el alba despiertas con los primeros trinos, los primeros sonidos de tu voz se hacen dulce al oído y todos los sentidos se envuelven en tu sueño. Cuando llegas el mundo se transforma, se deja llevar en tus tules alados, en tu paso certero claro y acompasado. Se oye tu voz cuando la fuente entona esa melodía serena y sosegada que el surtidor te ofrece para que tú puedas dejar tu acento. Estás en el reloj, en su tic tac sonoro y en todas las campanas, que hacen que tú te muestres en el bronce que resuena, cuando en su son idiófono se descubre tu nombre. Te escucho entre las olas y la espuma del mar, en la orilla cuando el salado beso hace mover las piedras o en las rocas cuando abraza el océano con sus blancos saludos. Estás en mucho sitios y lugares: en el río cuando corre tranquilo, en una catarata que fuertemente entona una canción de agua. Con la lluvia que cae posándose sobre la quieta tierra del camino. En un beso de amor, en el suspiro dulce de una rosa movida por el viento. Cuando llegas... el corazón se deja seducir por tus notas que embellecen el claro resonar de tus latidos. Cuando suena la cera sobre el frío pavimento, cuando canta el tambor con su tantarantán abriendo paso a una procesión, seguido de ondeantes banderas que preceden a una imagen sagrada. Cuando llegas con tus sones armónicos donde los instrumentos van dejando tu voz entre la madera y el metal de sus cuerpos. En tantas melodías y en tantas formas donde apareces, como tantos sonidos agradables que descubre y disfruta el oído. En la voz del que canta una canción sonora que hace despertar las más gratas emociones y deleitarse el alma ante tanta belleza. Cuando llegas el espacio se colma con tu arte y se alegra el corazón cuando siente tus pasos desde la lejanía. Eres un manantial donde tu encanto también se hace poesía, un verso de silábicas notas que derraman la gracia de sentirte, de escuchar ese tono con que declamas el arte de tu hermoso poema. Cuando llegas el silencio se duerme para dar paso a tu más apacible y delicado momento, donde dejas que tu caudal sonoro se haga realidad y podamos disfrutar de tus más armónicos sonidos. Cuando llegas se hace bello el espacio.

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