Cuando hay esfuerzo, ilusión y vida

A su 25 Aniversario ha llegado la Asociación Síndrome Down de Jaén >> Su lema cargado de sacrificio y de sonrisas, debe guiarnos a quienes caemos rápido en la desesperanza, mayormente por tonterías >> Lola Gómez, una mujer de bandera.

13 nov 2016 / 11:41 H.

Ha cumplido sus primeros 25 años de vida y acaba de iniciar una nueva etapa camino de los 50, que la Asociación Síndrome Down de Jaén y Provincia tiene trayecto por delante porque sí, es una necesidad imperiosa la integración de los chavales a los que asiste, la atención de la sociedad es insoslayable a la dignidad humana, sin olvidar nunca, bajo ningún concepto y en ninguna circunstancia lo que se aprende con ellos, con los down y con las familias de los down. Todo se relativiza con su mirada limpia, no hay comparación de entrega en esas madres y esos padres, en esos hermanos que para los que su día a día gira las veinticuatro horas en torno a ellos, a estos seres especiales de los que tanto aprendemos. La noche del viernes sonó con fuerza en los corazones de cuantos asistimos a esa Gala Aniversario, inolvidable.

Cuando hay esfuerzo, ilusión y vida nuestro transitar diario es de otra dimensión, que quien siembra recoge, sin dudarlo, pero si a todo ello le sumamos piel, corazón y muchas ganas de ser felices, el cóctel es de alto octanaje en alma, esa cosa intangible por la que cada pellizco de ilusión nos hace vivir casi en eternidad el momento. Momentos de desesperación seguro que los hubo, los hay y los habrá para las familias, también incomprensiones cuando el entorno no ayuda, cuando las administraciones públicas se ponen de perfil. Con todo, no hay desazón con tanta vida por delante, cariño a espuertas por recibir y unas ganas que nacen en lo más hondo de las entrañas de esta gente, hecha de una pasta especial. Vecinos, amigas y amigos nuestros, para quien la palabra sacrificio vino marcada a jirones de piel y fuego. Es por ello que en esta Crónica de la Semana, en su 25 Aniversario, no escondo, presumo de su aprendizaje, de sus ganas, de su volver a levantarse con cada caída y coloco a las familias de los down en el pedestal humano que jamás pueda imaginarse. A vida no les ganamos ni por asomo, a esfuerzo podemos empatarles si acaso, pero es que a ilusión, en eso son unos campeones y unas campeonas y hay que aplaudirles hoy y siempre, eternamente.