Cuando acabe esto

Que pasará, o eso venimos diciendo, habría que hacerse ciertas reflexiones y planteamientos. Y hacerlos desprendiéndonos de los prejuicios, las ataduras mentales e ideológicas, las fidelidades incorruptibles o interesadas, las pertenencias reales o virtuales a facciones, partidos y doctrinas. Desnudarnos por entero. ¿Por qué?, pues porque es muy necesario que nos detengamos y analicemos. Empezaríamos por la falsa disyuntiva de oponer salud a economía; sin salud no hay economía posible, así que darnos a elegir es del todo tramposo e interesado. Dejémoslo. Nos centraríamos en los políticos y las respuestas dadas a la crisis. Deberíamos analizar quiénes buscaron la salud del ciudadano de una forma u otra, por los medios a sus alcances y quiénes buscaron una asquerosa pesca en el lodo buscando sus meros y limitados intereses políticos y corporativos. Quiénes se esforzaron en la lucha contra el adversario político aún a costa de dejar a un lado el esfuerzo en erradicar la pandemia, incluso impedirlo. Consecuencia de estas reflexiones sería el votar posteriormente a quien se debe.