Cronistas taurinos
Diario JAÉN presume, y no le hago la pelota a nadie, de haber contado con valiosas y entendidas plumas periodísticas en el saber del arte de Curro Cúchares o Don Ventura. El ejemplo lo tenemos con Valeriano Contreras Garcés, un onubense que firmaba sus reseñas taurinas con el pseudónimo de “Capotazos”. Sabía de toros, aunque su faceta deportiva la desarrolló con los valores del Real Jaén, firmando sus reseñas futbolísticas con el pseudónimo de “Vale”. Rafael Alcalá consiguió con sus numerosas páginas publicadas por este diario que se hiciera nuestra nueva plaza de toros. Su literatura taurina dejaba un sabor digno de ser emulado. Fueron muy leídas sus crónicas de la feria de Málaga que titulaban con el Sol y la sal de la Malagueta. Su gracejo de malagueño del perchel era tan vistoso como su “boquerón de plata”, que lucía con todo orgullo en el ojal de su chaqueta. Alfredo Margarito, que nunca renunció a ser de Jaén más que la esquina del Sagrario, tenía una pluma ágil y directa del mundo de los toros. Yo lo considero como el Corrochano de Jaén. Todos los años su página del Viernes Santo de Jaén, dejaba asomar su amor profundo por Nuestro Padre Jesús. Enrique Alonso, sobrino del celebérrimo José Fuentes, dejó en sus reseñas taurinas la impronta periodística.