Crónica
de agua

    26 mar 2023 / 09:00 H.
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    La escasez de lluvia de estos últimos años de extrema sequía está secando el caudal de los ríos que con sus arroyos, pozas y manantiales llenan de vida, humedad y vegetación el paraíso interior de esta provincia. Ya en los picos más altos de sus sierras, por donde la nieve últimamente pasa de puntillas, se empieza a notar el menguado deshielo de los pocos neveros que desde la cara norte de sus piedras se atreven a darle la espalda a otra calurosa y adelantada primavera. Por desgracia esto sucede cada vez con más violencia al mismo tiempo y en todas partes: ya nos hemos acostumbrado a que las prisas del calentamiento climático cambien el curso de las estaciones hacia extremos casi inhumanos donde se hace eterno el verano y se turnan inundaciones, incendios y periodos de grandes sequías, con breves y templados inviernos. La escasez de agua es la auténtica protagonista de la crisis climática, y la mala gestión de los recursos hídricos nuestra mayor desgracia. La sequía se lleva por delante muchas vidas en los países pobres y aunque siga saliendo agua del grifo, debería estar penado por ley ser un país que consume casi tres veces lo necesario.

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