Crisis energética

La que hay montada con la crisis energética y con el cambio climático! Aún recordamos algunos cuando nos calentábamos con leña y cocinábamos con carbón. Luego vendrían las bombonas de gas, como gran innovación, y las centrales nucleares para repartir electricidad barata a cambio de pagos mensuales. ¡Qué prisas por levantar aceras y ofertar “gas ciudad” como panacea energética! Ese ha sido nuestro “progreso”: que poderosos hagan depender nuestras vidas de suministros públicos y nuevas tecnologías. ¡Grandes mentiras para grandes negocios! Luz, gas y agua, monopolio de los poderes estatales, que son los únicos legitimados para regularlos y negociarlos. Y ¿cómo no? el petróleo, base de la automoción, del crecimiento del tráfico y la contaminación ambiental. ¡Viva la presión fiscal de los pueblos “desarrollados”! ¡Y el ingente aparato político y burocrático de los Estados! Mientras estamos entretenidos hablando de propuestas energéticas ridículas, los políticos a lo suyo, a sus negocios más “legales”, a sus puertas secretas giratorias. ¿Crisis energética? Por supuesto. Potenciada por despilfarros, fraudes y cruentas guerras internacionales de reclutamientos forzosos. Crece el número de pobres, de marginados, de refugiados, de desfavorecidos. También el de “descorbatados” que se reparten entre sí , bajo cuerda, cuantiosas prebendas y hasta móviles de última generación...