Creencias Limitantes

Cuando emprendemos una nueva acción, un nuevo curso a nuestro proyecto o a nuestra vida, tendemos a volcarnos en lo externo, ya sean resultados tangibles que esperamos sin paciencia, certezas que den suelo firme a nuestros pasos, una metodología contrastada, una aprobación del entorno... pero, raras veces volvemos la mirada hacia adentro para ver qué inercias, perspectivas, pensamientos y creencias proyectamos, habitualmente de manera inconsciente, sobre esos pasos volcados hacia afuera.

“Si crees que puedes, estás más cerca de conseguirlo”; algo que sabemos, aunque no sepamos razonarlo. La vieja sabiduría nos dice que percibimos el mundo tal y como somos, que nuestro punto de vista da sentido y orden a nuestro complejo mundo, y lo hace a través de representaciones mentales, generalizaciones acerca de nosotros mismos, de otras personas o del entorno que habitamos. Nos ayudan a entender cómo se comportan las cosas y las relaciones que mantienen entre sí, algo así como unos patrones a los que esperamos que todo se ajuste... todas esas representaciones mentales constituyen nuestras creencias. Nuestra experiencia, educación, cultura, familia y entorno, van configurando esas creencias que finalmente acaban influyendo en nuestro comportamiento. Creencias que determinan lo que pensamos, pensamientos que determinan tus palabras, palabras y pensamientos nos llevan a un estado emocional que condiciona lo que sentimos, y esto condiciona en buena medida nuestro comportamiento y repercute en nuestros resultados.

¿Cuáles son tus creencias?, ¿te limitan o te potencian?, es decir, te bloquean emocional y mentalmente impidiendo cumplir tus objetivos, dificultando tu desarrollo personal, llevándote a una lucha permanente con el “mundo” tal y como lo entiendes, ocasionándote un estrés crónico y frustración, o por el contrario estimulan todas tus capacidades abriéndote un mejor conocimiento de lo que eres y de lo que puedes llegar a ser. Busca en todas las áreas de tu vida, hurga en los sitios más incómodos de ti mismo, saca a la superficie, analiza, ponte en crisis de manera controlada y consciente, pero con coraje suficiente si quieres crecer. Cuantas ideas negativas y autolimitantes están escondidas en lo más profundo de nosotros, tan adentro que cuesta sacarlas a superficie. Mide la fuerza de esas creencias, observa cómo te afectan. Anótalas y reemplázalas conscientemente por creencias que te empoderen. Cuando conoces la cadena que lleva desde las creencias a las acciones puedes dar pie a los cambios que necesitas... calma, los nuevos hábitos llevan su tiempo.