Cortes sin cortesía

    11 oct 2019 / 09:04 H.

    Se recuerda al público que están prohibidos los insultos (en las pantallas del estadio), Eduque a su perro, respete mi fachada, (un comercio); prohibido fumar (entorno del hospital, bajo los pies de un fumador); solo “sí” es sí (en nuestra feria, por cierto, debe ser solo); se carece tanto de la mínima educación que ni sentimos rubor como sociedad de necesitar de esta cartelería. Son un claro síntoma de la nula importancia que le hemos dado las últimas décadas a la Educación, con mayúscula. Demasiadas leyes para reformarla, pero el punto de mira siempre centrado en las lenguas autonómicas, lo local, reescribir la historia según el bando o la religión. Ni competencias, ni cultura del esfuerzo, ni valores... Lo peor es que no se ve luz a medio plazo. Pronto tendremos en los comedores prohibiciones de eructar, limpiarse en la camisa de otro comensal, o cortarse las uñas sobre el plato del de al lado. Mientras se forman las nuevas Cortes poco corteses y con poca esperanza; al menos nosotros demos las gracias, pidamos perdón, preguntemos si se puede, disculpémonos, saludemos al llegar, despidámonos al irnos, presentemos a nuestros acompañantes, no alcemos la voz, dejemos las intimidades para lugares íntimos y sobre todo sonriamos.