Coronavirus, enfermedad y negocio

Ojalá el coronavirus no conlleve una epidemia grave, no provoque el virus cientos, cuando no miles, de muertos. Lo mismo hay “suerte” y no es más que la punta de lanza de un negocio más, bien sea de las farmacéuticas, o incluso un pretexto para desestabilizar las economías, baste mirar en los índices bursátiles para que, al menos, genere dudas. Una vez generada la alarma se pone la maquinaria en marcha y todos tan tranquilos. Por lo pronto es una palabra que, gracias a los medios, nos pone los pelos de punta. Como profano en la materia desconozco si he de sentir alarma. Algo parecido ocurrió con aquella gripe aviar, con la encefalopatía espongiforme bovina, la popularmente conocida la enfermedad de las vacas locas. Valgan estos ejemplos para hacernos pensar cuan complejo es el mundo de las enfermedades tras las cuales el negocio está servido, es milmillonario. No soy conspiranoico pero tampoco ajeno a una realidad en la que no todo es lo que parece ser, y mucho menos lo que nos dicen que es. Desde luego es un nuevo virus tras el cual se va a generar un pingüe beneficio.