Cordero

En el evangelio de Juan 1:29, Juan el Bautista exclama: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”, adjudicándosele el título de “Cordero de Dios” a Jesús, desde aquella cita. La simbología con la representación de una idea, entre una relación conceptual y metafórica ejerce un fuerte vínculo en la historia de la cristiandad, con la que convivimos, que se descifra en diferentes ámbitos de nuestro crecimiento. Los símbolos religiosos se infiltran hasta en la gastronomía, y estando en plena celebración de la Semana Santa cristiana, añadiré que el cordero es un alimento muy “ilustre” en Alemania, donde su consumo en estas fechas se hace de forma particular. Un bizcocho dulce en forma de cordero pascual, llamada Osterlamm donde los huevos, la harina, la mantequilla, azúcar, y demás ingredientes formarán el trampantojo de un pequeño “Cordero de Dios” que, tras hornearse en un molde con dicha forma, será la delicia de grandes y pequeños. Diferentes recetas podremos cocinar con la sabrosa carne del cordero en estas fechas siendo la más popular asada al horno con vegetales y condimentos, o en diferentes guisos que el calor del hogar las hará inolvidables. Disfrutando es la mejor conjugación, sea del cordero dulce o salado.