Con el alma rota

En nuestro país, gran parte del éxito de la lucha contra la covid-19 ha pasado por contar con una sólida Sanidad Pública, por la que no siempre se había apostado. Hemos tenido que sufrir una pandemia global para que el 98% de los españoles piense que hay que dotar a la Sanidad Pública de más recursos y, además, el 95,5% opine que se debería invertir más en recursos humanos y materiales, según los últimos datos del CIS. A nadie se le pasaría por la cabeza, a día de hoy, repartir fondos económicos estatales entre hospitales públicos y privados; todo lo que se invierta en Sanidad Pública nos sabría a poco. Ha calado en nuestra sociedad el concepto de que reforzar nuestro sistema público de salud repercute en un bien común para todos y todas. Sin embargo, el sistema educativo público se sigue mancillando con mano firme y es triste que a nadie se le parta el alma al ver cómo, injustamente, se nos roban unidades y recursos en la escuela pública, mientras que la privilegiada concertada incrementa todo tipo de beneficios. Vienen 2.000 millones de euros desde el Gobierno central, en nuestra comunidad se repartirán, sin saber porcentajes, entre el sistema educativo público y el privado/concertado. Se me rompe el alma.