¿Cómo te sientes?

Cómo te sientes cuando el militante de un partido —da igual cuál— te dice que se tapa la nariz por lo que ve, pero vota a su partido? ¿Cómo te sientes cuando una persona con cargo te dice que no ejerce su autoridad porque es un concepto que tiene que evolucionar ya que se asocia al autoritarismo? Sin embargo, ostenta el poder asociado y tiene el control ligado a ese cargo. ¿Y cómo te sientes, cuando los principios de igualdad, mérito y capacidad han dejado de ser principios para convertirse en palabras? Palabras huecas en un idioma en el que además se están violentando todas las estructuras, los significados, la historia de la lengua... Porque la gramática no importa, la sintaxis no importa, la morfología no importa. Cuánta gravedad encierra todo esto. ¿Y si te llaman a tu casa confirmando que has sido seleccionado para algo y, ante tu perplejidad y sensibilidad herida por la injusta certeza de que no es así, se disculpan porque ha sido un error? Sin embargo, figuras en una lista, una lista de tantas que se pasan, que se envían, que se rellenan, que se tiran a la basura hasta que, definitivamente, se designa la idónea, la única y verdadera. ¿Qué sientes cuando conoces la gangrena y reconoces su olor por todas partes?