¿Cómo será el “cole”?

    03 jun 2020 / 16:38 H.
    Ver comentarios

    El impacto de la covid-19 en la sociedad ha incidido también en esa “fábrica social” que son las escuelas e institutos. La apuesta por la “sociedad del conocimiento” se ha topado con el cierre de los colegios e institutos que han perdido temporalmente su papel de aglutinadores sociales. La enseñanza presencial ha devenido enseñanza online. Los directivos de los centros y el profesorado se han visto abandonados para atender la nueva situación. No ha habido normas claras por parte de la Consejería; el voluntarismo y la profesionalidad del profesorado ha tenido que asumir la responsabilidad de poner en práctica métodos educativos adecuados a las necesidades surgidas en el confinamiento. La pandemia generó severas desigualdades sociales, pero también ha acentuado las desigualdades educativas. Si creíamos que la educación era el instrumento más eficaz para superar la desigualdad, nos hemos topado con otras desigualdades básicas: el acceso a internet de los alumnos y familias de condiciones de vida más precarias. El catedrático de Pedagogía, Antonio Bolívar, avisa de que se ha incrementado la división entre el alumnado motivado por la enseñanza online y el desmotivado, al tiempo que ha crecido la desigualdad exponencial de los centros a dos velocidades. La pregunta es ¿cómo pueden los alumnos de familias más desestructuradas aprender al mismo ritmo que los otros? Es difícil definir cómo va a ser la enseñanza en septiembre, pero queda claro que la casa no puede sustituir a la escuela y que la educación debe ejercer un papel central. Si queremos una buena sociedad y economía, tenemos que disponer de una buena escuela. El Estado tendrá que destinar más recursos y presupuestos a la educación; la Administración deberá definir un marco escolar adecuado, con nuevos modos de atención a la diversidad y a la igualdad de oportunidades; la inspección educativa, deberá reciclarse y formarse para desempeñar su función de asesoramiento pedagógico. El profesorado y los directivos, en equipo, tendrán que seguir autoformándose en tecnologías de información y comunicación y seguir creyendo en el papel transformador de la escuela y los institutos.

    Articulistas