Comienzo de curso

Comienza el curso escolar. Y como cada año, multitud de quejas, de problemas que vienen otra vez a repetirse. Y es que tenemos tantas administraciones educativas, tantas legislaciones, tantos programas, tantos libros de texto distintos que recontarlos es imposible. Pasaron a la historia los años en que los hermanos heredaban los libros unos de otros y no había “préstamos” de uso, sino ayudas para los estudiantes necesitados. Tampoco había internet ni pizarras digitales. Hoy ya se sabe que hemos progresado una barbaridad. Hay más acoso escolar, más violencia en las aulas, menos respeto al profesorado... y más actividades lúdicas. El otro día escuchaba en las noticias que en Cataluña había editoriales que no contemplaban a los Reyes Católicos en los libros de Historia. ¿Para qué conocer fielmente nuestro pasado si de lo que se trata es de manipular el presente y organizar el futuro al gusto de unos pocos? Menos mal que todavía hay mayoría de profesores honestos. Y ¿cómo no?, de profesoras. Profesionales que educan de verdad para la paz, la concordia y el respeto. Que cumplen, que trabajan, que enseñan. De esos que todos queremos para que nuestros hijos y nietos sean cada vez más cultos, más libres, más felices.