Comercio desolado en Jaén

    11 jun 2025 / 08:57 H.
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    No creo que exista un único motivo, para que el comercio en el centro de nuestra ciudad, esté, como está. Esto es, prácticamente, inexistente. Desde la Catedral hasta el Parque de la Victoria, pasando por todas las calles adyacentes que conducen por sus alrededores, como Madre Soledad Torres Acosta, Virgen de la Capilla, San Clemente, calle Nueva, Álamos, Espartería, el panorama del estado en el que se encuentran los locales comerciales es penoso, causando un aspecto empobrecido de nuestro Jaén. Persianas cerradas hasta abajo. Escaparates vacíos y polvorientos. Carteles publicitarios con teléfonos, informando de su puesta en alquiler, venta o traspaso. Y churretes de pipis en las fachadas. Esa es la imagen que ofrece el centro de la ciudad a sus ciudadanos y a los visitantes. Los precios de los alquileres demasiado elevados, la enorme dificultad que entraña ser autónomo, el auge del comercio online, y la atracción que ejercen los centros comerciales, son algunas de las razones que esgrimen asociaciones y colectivos relacionados con el comercio. Pero, desde el punto de vista de una profana en la materia, entiendo que esas mismas causas estarían también presentes en todas las demás ciudades y pueblos de España, y sin embargo, da gusto pasearse por los comercios de la calle Larios de Málaga, la calle Feria de Sevilla, Las Tendillas de Córdoba o la Alcaicería o Reyes Católicos de Granada, por nombrar sólo algunas de las ciudades más cercanas a nuestra tierra. En aquellas otras zonas geográficas del panorama español, el comercio es boyante, mezclándose grandes marcas con tiendas tradicionales. Digo yo que, a estos otros comerciantes del resto de España les afectará, igualmente, los impuestos, las compras online, los centros comerciales, las rendas arrendaticias y las cuotas mensuales de autónomos, pero, sin embargo, las consecuencias no son las mismas. Es, absolutamente imprescindible, una gestión municipal contundente en esta materia, ya. Se ha anunciado en muchas ocasiones, pero no llega a acometerse. No puede postponerse por más tiempo. Hoy por hoy ha llegado a convertirse en una prioridad. Nuestra ciudad no puede permitirse cerrar un comercio más.

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