Colesterol
y paseos

    30 oct 2021 / 16:43 H.
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    Deja el móvil y el “guasá”, y échalos en el contenedor, que viene a ser como decir que se vayan más allá de la punta de la nariz, donde comienzan los mocos. Es más saludable pasear andando, no con patinete, por este Jaén tan hermoso y florido como clavel reventón de primavera. El joyel arquitectónico de Vandelvira lo podemos encontrar en esta Catedral. Adéntrate en sus altas y bajas estancias, en donde puedes admirar el arte, testigo mudo del paso de los siglos. Camina por este dédalo de calles. No tengas prisa en subir “parriba” y bajar “pabajo”, y saluda a esa viejecita que está limpiando la acera de su casa. Tómate un vinillo aloque, eso sí, con la correspondiente tapilla de pan untado en aceite, rábano y un tirajo de bacalao. En el paseo de la Alameda, verás el Castillo, Jabalcuz, el Portón de los Leones, Arroyo de Valparaíso, el Jardín del Obispo. Puerto Alto, las caserías, tan blancas como las palomas, o como enaguas de la moza casadera. Descubre este Jaén, algo desconocido, quizás por culpa del ordenador. Caminar por Jaén es una gozada, y no aprovechar este privilegio resulta incomprensible, porque además de rebajar el colesterol ayuda a mejorar la musculatura de pies y manos.

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