Coalición de izquierdas

    14 jun 2019 / 11:41 H.

    No podemos dejar de criticar y denunciar el cinismo de las derechas de ambos lados del Ebro cuando utilizan, de forma tan descarada, las movilizaciones nacionales con el objetivo de que no se centre el punto de atención en la crisis social que ellos mismos han creado. Insisten en su error impulsando el conflicto nacional para tratar de ocultar el conflicto democrático y social, cuando, en realidad, para resolver el problema nacional es necesario empezar por los dos últimos. Siempre hemos tenido una democracia incompleta y un estado del bienestar deficiente. Desde que nació nuestra democracia se dejaron sin resolver los dos anteriores temas junto con el nacional.

    Necesitamos un cambio de dirección importante en las políticas económicas y sociales, justo ese giro al que se oponen con tanta radicalidad el poder económico y financiero. Era predecible esta hostilidad, y también era predecible el hostigamiento hacia Unidas Podemos (UP), ya que ven como garantía de que esas reformas se llevaran a cabo el que estuvieran presentes en un futuro gobierno; precisamente esa es la razón por la que la mayoría de los ciudadanos prefieren que se lleve a cabo esa alianza. Lo que no dejará de sorprenderme nunca, no me acostumbro, es la hostilidad de algunos personajes de la izquierda a la hora de tratar de desacreditar a la dirección de UP justo en el momento de valorar esa posible alianza. Se busca debilitar la postura de este partido a la hora de negociar. Se está haciendo un flaco favor a la mayoría de la población de este país, a las clases populares, cuando se ataca con tanta agresividad precisamente a uno de los instrumentos que las defienden.

    Para que exista una garantía de que se lleven a cabo y se desarrollen reformas factibles y profundas con éxito, es necesario un Gobierno de coalición. Es fundamental que se establezca previamente un programa que refleje esas reformas, como las que se están aplicando en otros países con igual nivel de desarrollo económico que el nuestro. Ya hemos visto en países como Portugal cómo el Partido Socialista no ha respetado muchos de los puntos del pacto con otras fuerzas de izquierdas, y también hemos visto cómo el Gobierno de Sánchez no cumplió con los pactos con UP, como con la ausencia de regulación de los precios de alquiler y la no revalorización de las pensiones con el IPC, entre otros muchos. El debate entre las fuerzas de izquierdas debe producirse y debe ser una esperanza para la mayoría de la población, pero, en el mejor momento y con un tono distinto al que se ha empleado hasta ahora, se debe producir sobre cada uno de los puntos de esa propuesta de reformas profundas, y, una vez conseguido ese programa, se debatirá si es bueno o no formar parte de ese Gobierno.

    No se puede hacer una transformación de las políticas públicas en nuestro país con medidas coyunturales sustentadas en pactos con diferentes fuerzas del espectro político español, se necesita una alianza y un Gobierno estable que sea capaz de desarrollar una transformación profunda de las políticas públicas en nuestro país. Ni que decir tiene que se requerirán varias legislaturas, cosa que no sería difícil viendo cómo el PSOE ha recuperado su debacle electoral gracias a su gran crecimiento de popularidad desde que se inició la negociación de los presupuestos del año 2019, presupuestos que también fueron enormemente populares. Esperemos que el PSOE no olvide que en esa recuperación fueron determinantes las propuestas formuladas por UP, que, aunque imprescindibles, no han sido ni mucho menos suficientes. Es necesario un Gobierno de izquierdas, ya que no es difícil ver qué han estado haciendo mal los diferentes Gobiernos en estos últimos diez años. Tanto la segunda parte del mandato de Zapatero como los mandatos de Rajoy impusieron una serie de políticas económicas y sociales que provocaron una crisis social de enormes dimensiones que todos hemos podido apreciar y que no se está resolviendo, a pesar de lo que los poderes financiero, económico y mediático nos pregonan cada día. Por eso es más necesario que nunca un Gobierno de coalición de izquierdas.