Ciclos de la vida

    21 dic 2022 / 15:56 H.
    Ver comentarios

    Soy amigo de esos pequeños rituales que nos ayudan a cerrar ciclos, ya sea a nivel personal o en el desempeño laboral, buscar esos espacios en los que preparar corazón y mente para la reflexión, en el que reconocer nuestros pasos, compartirlos y proyectar conjuntamente. Llevar un diario, cerrar agenda, un anuario, clausurar formalmente los proyectos concluidos, marcar los hitos, celebrar las transiciones más o menos completas, en definitiva, cambiar de ciclo y tomar conciencia de ello, porque si de algo tenemos certeza es de que el cambio es continuo, así que cualquier hito que nos facilite esa conciencia me parece de gran ayuda. Pudiera parecer un eterno retorno, pero lo cierto es que todo cambia, y sin embargo nos reconocemos en el lugar del que procedemos y hacia donde nos proyectamos. No se trata de dar vueltas sobre lo mismo, sino más bien, de un desarrollo, una espiral ascendente, y para ello es importante percatarse de lo que queda atrás, que nos sirva de impulso para ver lo que está delante de nosotros. Hacer balance y ver cómo ha ido la travesía, colocarme en ese lugar en el que intento sincerarme con mis experiencias y recuerdos, chequear los pasos de mis objetivos y metas, constatar que las realidades de hoy fueron solo horizonte de ayer al tiempo que vislumbro los caminos que busco transitar en el futuro más o menos próximo. Es un delicado equilibrio en el que no debe pesar mucho la nostalgia para que la mirada se proyecte con soltura hacia adelante, con ecuanimidad y confianza. Sin duda, una forma de autoconocimiento, al tiempo que una práctica herramienta, en forma de mapa, que nos ayuda a ubicarnos y a entendernos. A menudo activamos el “modo automático” y simplemente nos dejamos llevar por el día a día. Incluso con miedo de pararnos a pensar, de reflexionar sobre nuestros pasos y de proyectarnos en nuestros objetivos. Es imprescindible mirar hacia uno mismo para asumir los ciclos en los que estamos inmersos, los que generamos de manera proactiva, y también en los que nos movemos como proceso natural de la vida, entenderlos, y entendernos a nosotros mismos, saber cerrarlos y evolucionar. Con frecuencia descuidamos la mejor inversión que podemos hacer: desarrollarnos personalmente y crecer, con el objetivo de afrontar adecuadamente cualquier situación que la vida nos presente.

    Articulistas