Casar divorcios y estadística
La ruptura matrimonial es una peculiar revolución de nuestra era, que cada día está más en auge, a juzgar por ciertas cifras. Y es que, el Instituto Nacional de Estadística ha publicado, esta semana, los datos sobre la evolución de los divorcios y matrimonios en España, y me ha parecido interesante traer a colación algunos datos que tienen relación con nuestra provincia. Así, durante el último año estudiado, 2.017, el resumen del panorama nacional es: las rupturas matrimoniales han aumentado un 1% respecto del año anterior; el mayor número de divorcios, entre parejas de heterosexuales, tuvo lugar en la franja de edad entre los 40 y 49 años; existe un divorcio cada cuatro minutos y medio, siendo la ciudad autónoma de Ceuta y Canarias donde se registran la mayor tasa de rupturas matrimoniales, y, por el contrario, Castilla y León presentó la menor; y, la duración media de los matrimonios españoles es de 16 años y 6 meses y en Andalucía se sitúa en 17.1 años. Por su parte, en nuestra provincia: la media de esa duración está más cerca de la cabeza, con 16.9 años, estando por delante de nuestra tierra, sólo Granada; las disoluciones, por habitantes, en Jaén, ocupa la menor tasa; y, divorcios entre cónyuges del mismo sexo, tan sólo se han producido 8, siendo, de nuevo, la menor tasa de todas las provincias andaluzas. Pero, la frialdad de tantos datos estadísticos, que pueden ser interesantes para hacernos una idea de nuestra fisonomía, contrasta con esa otra información de calibre emocional, que nos revela que las tensiones generadas por las rupturas matrimoniales, desembarcan a tropel, en las consultas de los pediatras, médicos de familia, psicólogos y despachos de abogados. Y es en este ámbito personal del conflicto humano donde, expertos de mediación familiar hacen uso de la simbología de la “Teoría de las ventanas rotas”, que no habla, precisamente de conflictos familiares, pero sí del inicio de muchas cosas que, en las rupturas de pareja acaban por causar grandes desperfectos, por cuanto que una ventana rota envía el mensaje “aquí nadie cuida esta ventana”, luego hay “barra libre” para hacer lo que se quiera.