Carta contra el maltrato

    23 jun 2019 / 16:52 H.

    Odiado maltratador, me permito escribirte esto, sin ponerte nombre, pues es sabido que te presentas con muchos diferentes. Reniego de ti porque la maltrataste, abusaste de ella, le pegabas para demostrar que eras fuerte. El arma de los débiles es creerse lo que no son, incluso en una de tus vidas impostadas la llegaste a matar por un solo motivo, ser mujer. Contra otro hombre no te hubieses atrevido, por mucho que te sintieras herido en tu orgullo. Osaste ser vil machista porque no te preparaba la comida como querías, no recogía lo que dejabas en el cuarto de baño tras ducharte para volver a la calle limpio y perfumado; empezaste a odiarla cuando la veías coger el mando a distancia de la tele para poner uno de esos canales que a ti no te gustaban. Pensaste en matarla al constatar que había osado salir a la calle y algunos hombres la miraban; era bella, aunque en tu ceguera no lo vieses nunca. Y, para colmo, se le metió en la cabeza que el sexo no era solo para que estuviese a tu disposición cual hembra autómata. Odiado maltratador, una cosa más, ojalá desees morir y no puedas.