Carnaval político

La vida es un carnaval”. Muchos no dan la talla ni para ponerse el disfraz. Y es que disfrazarse de político es un “Asunto de Estado”. En este desfile carnavalesco, pone su nota de humor un Casado mal parado que ya no sabe ni qué decir para mantenerse en su puesto, el cual se mantiene en la cuerda floja. Menuda apuesta circense la del panorama político actual. Ni Ayuso ni Feijóo ni el de la bota de vino podrán acertar a base de desencuentros porque esto ya es un timo. Lo único que hacen es marear la perdiz y ganar un poco de tiempo, pero “en abril aguas mil” y lloverá sobre mojado en un “Congreso” que de extraordinario tendrá poco. Seguirán prolongando el carnaval con un desfile quijotesco, donde harán de molinos, gigantes y de gigantes, molinos, como buenos engañabobos que son. Pero “a buen entendedor, pocas palabras bastan” y ya nos sobran hasta los motivos para abrir bien los ojos. Seguirán los desfiles en una primavera adelantada y tendremos que soportar los sofocos políticos. Así que agárrense fuerte que vienen políticas peligrosas y será este un año donde el carnaval se prolongará en el tiempo ofreciéndonos caricaturas dantescas de la política venidera. “La vida es un carnaval”, hasta Celia Cruz lo cantaba.