Carbón de Reyes

No hemos llegado ni a Noche de Reyes y la cosa, según se oye, está peor que hace cuarenta años. Están repartiendo carbón de antemano a todo cristo, sin preguntarnos siquiera, si durante los doce meses anteriores nos hemos portado bien. Se pasan por el forro de la giba de un camello la cabalgata, los Reyes Magos y los fuegos artificiales. Como dice mi amigo marroquí, no está el bollo para hornos ni hay pólvora para tanta matraca. Y así iniciamos el año, con la costumbre muy española de mear hacia arriba para intentar mojar al vecino de abajo. Nos amenazan con ministros etarras, holocaustos semitas, golpes de estado y hasta con un nuevo “Tamayazo”. La siempre baturra, apestosa y rancia derecha española, acostumbrada a robar desde los tiempos del caraculo y sanguinario chiquito Franco, no tiene ni la menor idea de lo que es una democracia. Nuestra Constitución avala, admite y respeta a todos los que se presentan a unas elecciones. Es decir, que cuando uno entra a la cabina para elegir voto todas las papeletas que encuentra dentro representan a partidos políticos legales. A qué vienen entonces tantas ganas de ilegalizar a quien no vota a la analfabeta derecha española.