Campaña 2022-2023

    21 jun 2022 / 17:32 H.
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    Van pasando las semanas y cada vez es más fiable pronunciarse sobre el resultado de la floración y el posterior cuaje del fruto. No se manejan aforos aún, falta un verano que se prevé duro para tener cifras certeras. No obstante, resulta evidente afirmar que la falta de humedad que arrastramos, salvo los episodios de precipitaciones en primavera y que también han ocasionado “lavado del polen”, temperaturas altas que coincidían en plena floración en muchas zonas de la provincia y que han “quemado” la flor, han causado daños no solo en el olivar de secano sino también, en explotaciones de riego. La floración pintaba bien en líneas generales pero la realidad parece que es bien distinta. En muchos árboles se aprecia claramente que la flor se “quemó” por esas temperaturas, que el crecimiento de los brotes para la próxima campaña también se ha quedado muy escasa, se ha parado vegetativamente el árbol, pues la condiciones no son las mejores no solo para el olivar, también para el resto de cultivos. Las circunstancias no han acompañado en la fase de floración tan sumamente susceptible a condicionantes internos del olivo y externos, como es el tiempo.

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