Cambiaron las tornas

24 abr 2017 / 11:53 H.

No es lo mismo votar al presidente que respaldar a quien el presidente quiera que sea presidente. No es lo mismo dar la cara por quien tiene la sartén por el mango que partírsela por quien aspira a tenerlo. No es lo mismo mantenerse cerca del cura que estar al lado del monaguillo. Es distinto. Cambiaron las tornas en el mismo momento en el que José Enrique Fernández de Moya, obligado por el ordeno y mando, tuvo que retirarse de la carrera hacia la reelección como líder del Partido Popular en Jaén. La situación dio un giro de ciento ochenta grados con una guerra de incompatibilidades que sirvió para echar leña al fuego en el seno de una organización más preparada para los conatos que para los incendios. A Juan Diego Requena, alcalde de Santisteban del Puerto para más señas, no le queda más remedio que ejercer de bombero en una época de riesgo extremo.

Hay una mujer que sirve de ejemplo para apoyar la tesis de que muchos militantes que apoyaban al actual presidente provincial modificaron su posicionamiento para unirse al otro bombero, Miguel Moreno, alcalde de Porcuna. Catalina García, diputada en el Parlamento de Andalucía por el Partido Popular, tenía reservado su voto para José Enrique Fernández de Moya. Sin embargo, vio el cielo abierto cuando el nombre del líder entre los líderes dejó de estar en los papeles del próximo congreso provincial. María del Mar Dávila, máxima dirigente municipal de Mancha Real, llevaba tiempo llamando a la puerta de la parlamentaria para que cambiara su papeleta y, al final, ganó la amistad política y personal que une a ambas representantes del Partido Popular. De los cuatro diputados andaluces que tiene esta fuerza política por la provincia de Jaén, solo uno está con la candidatura llamada oficial. Se trata de la carolinense Amelia Palacios, aunque hay quienes dicen que ganas le dan de participar en el vuelco. José Antonio Miranda fue el primero en ponerse en la foto de la puerta de la Diputación Provincial de Jaén, probablemente por un “ajuste de cuentas” pendiente con José Enrique Fernández de Moya. Después le tocó a Miguel Ángel García Anguita, rebotado hasta las trancas por no ser él el elegido. Y, por último, Catalina García. Importantes son los apoyos de los cargos públicos, pero lo realmente relevante en el proceso será la elección de los compromisarios el próximo día 27. Las cuotas territoriales juegan en contra de Miguel Moreno, que gana adeptos en los municipios con menos reparto. Si hay lío con los avales de uno y de otro, qué ocurrirá en esa temida primera vuelta en la que puede pasar de todo. Jesús Estrella, presidente del Partido Popular en Andújar y mano derecha del porcunense, está a la espera de que el presidente del Comité Organizador del Congreso, Jesús Calvente, responda a su petición de que se comprueben los avales. No se fía ni de su sombra. Sin embargo, el baezano, que lleva más congresos que ferias a sus espaldas, antepone el silencio y la tranquilidad en los prolegómenos de una cita movida. La neutralidad es una seña de identidad que no quiere perder. Ahora bien, los estatutos revelan que basta con contar los primeros noventa avales para dar por válidas las candidaturas. Mirar una por una las firmas presentadas puede sacar los colores a más de uno y, antes de armar la de San Quintín, pasar página será lo más sensato. El jueves está ya aquí. Los militantes tienen una cita trascendental con las urnas y su participación será clave en un proceso que ni el líder regional, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha podido parar.