Bye, bye, América

En pocas décadas hemos pasado del célebre Bienvenido, Mr. Marshall de Berlanga al bye, bye, América impuesto por Donald Trump. Durante años, Estados Unidos fue para Europa como el “primo de Zumosol”: primero como protector y, con el tiempo, como villano. Sin embargo, en ambos casos, su intervención nunca fue gratuita, sino siempre guiada por intereses comerciales y geopolíticos. La subordinación europea a las estrategias estadouni- denses se ha mantenido inalterada hasta hoy. Gobiernos del Viejo Continente han respaldado, o ignorado, sus intervenciones militares en Corea, Vietnam, Latinoamérica, Afganistán, Irak, Libia y más allá. Mientras tanto, la corriente neoliberal ha dado forma a propuestas conservadoras y ultranacionalistas, que sirven de alimento a los partidos reaccionarios en Europa y Latinoamérica. Trump no es más que la culminación de un proceso de poderosos sectores económicos que imponen recortes en libertades y derechos. Finalizada la producción desplazada a países con mano de obra barata, asistimos a una nueva fase: el cierre de los mercados americanos a los productos del resto de las economías. Ya han conseguido lo que buscaban. Bye, bye, América.