Burricie ibérica

    07 nov 2019 / 10:33 H.
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    Los Ibérico. El jamón. Y déjese usted de serrano, alpujarreño, ni de Serón ni de nada. Como el ibérico ninguno. Y no me confunda el culo con las témporas ni me mezcle churras con merinas, que eso es anatema. La marca es la marca. Y la pureza de sangre tan valorada. Pues teniendo en cuenta tales antecedentes y tales argumentos ¿por qué deberíamos hablar, no hablar, ni siquiera insinuar los posibles acuerdos y alianzas que podrían sernos necesarios tras la votación del domingo? Las previsiones dicen que nos encontraremos en situación parecida a la de los últimos comicios, o sea y fatalmente a una relación de fuerzas tal que ninguna por sí puede llegar a mayoría, necesitando pues aportaciones de las otras para lograrla. Y si estiman que son jamón del bueno, del mejor, no dignos de mezclarse ni comercializarse junto al corriente, pues que estaremos en las mismas o peor. Esto no pasa en general en esa Europa “nostra”, que hay gobiernos de coalición de fuerzas conservadoras con progresistas cuando la ocasión lo requiere y por la mejor gobernanza y democracia de sus países. ¿Aquí no?.

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