Brecha social y educación

    03 nov 2021 / 16:41 H.
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    La nueva Ley de Educación da para muchos comentarios. No en vano la educación institucionalizada es el marco del espejo en el que queremos que se refleje el hombre y la mujer del mañana. Analicemos lo que, como más llamativo, más se comenta: que desaparezca la barrera de los suspensos para promocionar y la eliminación de los exámenes de septiembre. Hablo desde mi experiencia como educador en todos los niveles de la enseñanza obligatoria, y desde mi procedencia de la clase más humilde, por la que sé bien lo que significa el esfuerzo por superarse. Pues bien, para mí sustituir los suspensos por un acuerdo del equipo docente, viene a ser igual. Ya se las venía arreglando el profesorado para no perjudicar a un alumno recuperable aun con suspensos. Sin embargo, el argumentario de que los suspensos, los exámenes de septiembre y la repetición de curso, son un factor de la desigualdad social y generan mayor brecha, no deja de ser una falacia. Qué forma más sencilla de tener contento al personal viendo como sus hijos promocionan sin haber dado siquiera un palo al agua. Qué manera más fácil, barata y rentable de reducir la brecha social, asegurándose de paso una masa acrítica dispuesta a votar a quien ha propuesto solución tan maravillosa. Sin sarcasmos y suponiendo la buena voluntad del gobierno, es un error pensar que esos factores tan evidentes son la causa y no la consecuencia. La brecha social está en la base, en la familia y su interés por la educación. Y no se reduce engañándoles con que su prole promocione sin los conocimientos para afrontar nuevos retos educativos. Se reduce tratando de involucrar a las familias, haciéndolas conscientes de las dificultades de base, haciéndoles ver que sin esfuerzo no hay logros y dignificando siempre la labor del docente. Y por supuesto, proponiendo toda clase de ayudas tempranas ante las necesidades educativas de cada alumno en su trayectoria escolar. Para eso hay que invertir en disminuir las ratios escolares y una formación de calidad del profesorado. Siendo así, los suspensos son para todo el sistema y, si algo tienen de positivo es visualizar el esfuerzo y los recursos empleados por parte de todos. Sin engaños.

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