Birretes con el alma en vilo
Entre las cientos de graduaciones que se celebran estos días —ya se ponen birretes hasta a niños de preescolar, como bien criticaba en un artículo el juez granadino de Menores Emilio Calatayud— dos merecen especialmente la atención y el aplauso de los jiennenses. Son las primeras promociones de estudios superiores en dos instituciones que son verdaderos motores culturales de Jaén: la “José Nogué” y sus Enseñanzas Artísticas Superiores en Diseño, y el Conservatorio Superior “Andrés de Vandelvira”, que hoy mismo despide a los primeros especialistas en Producción y Gestión de la Música y las Artes Escénicas y los terceros de Interpretación.
Conseguir que Jaén contará con centros que formen en estos niveles, similares a los universitarios, ha sido un importante logro en el último lustro para esta ciudad que adolece de tanto —especialmente de inconformismo— y ellos son el fruto de este triunfo. Ahora solo queda que estas instituciones puedan trabajar en las mejores condiciones: la “Nogué” sin que estos estudios sean de carácter “experimental”, con el alma en vilo cada año, y el Conservatorio, con una sede digna.