Bienvenida al nuevo obispo
El próximo sábado tomará posesión el nuevo obispo de Jaén, don Sebastián Chico Martínez. Lo hará con una solemne eucaristía en la Catedral a las 11 horas. Es un motivo de alegría para nuestra Diócesis el que Monseñor Sebastián Chico Martínez inicie su episcopado en Jaén siete meses después de que don Amadeo Rodríguez Magro presentase su renuncia al cumplir 75 años, será el obispo número 76 de Jaén. Pero más allá de los números, quisiera trasladar a nuestro nuevo obispo la ilusión y alegría con que es recibido en esta tierra del “Santo Reino” inundada de olivos, de donde mana nuestro oro líquido y en la que nace el río Segura, tan importante para su tierra murciana. El relevo se produce dentro de la normalidad de la vida de la Iglesia; un pastor se jubila y otro se hace cargo de la diócesis para seguir trabajando por el Reino de Dios. Agradecido por el trabajo y la generosidad de don Amadeo, que en estos dos últimos años no lo ha tenido fácil por la situación de pandemia vivida, ahora toca acoger a don Sebastián, agradecer también su presencia entre nosotros y ofrecer nuestras manos para trabajar juntos por una Iglesia en la que el Señor toque corazones, ilumine caminos y nos fortalezca en nuestro caminar cristiano. Agradecimiento y ofrecimiento, que sin duda nos llevan a vivir con esperanza esta nueva etapa de nuestra Iglesia diocesana. Esperanza para seguir caminando en unidad, esperanza para seguir compartiendo fe y vida, esperanza para que nuestros corazones crezcan y se llenen cada vez más de Dios, cada uno desde su realidad vivida y todos remando en una misma barca en este mar de olivos.
Al comienzo del tiempo de Adviento y con el inicio del episcopado de don Sebastián, le pedimos a la Virgen de la Cabeza, patrona de la diócesis de Jaén, que le ayude e ilumine en esta tarea de servicio a la Iglesia. Bienvenido a nuestra tierra, siéntase como en casa, acogido y querido. Disfrute con su gente y descubra las maravillas que encierra Jaén y sus pueblos. Le deseo lo mejor en esta nueva llamada: “aquí estoy Señor para hacer tu voluntad”. Que el Señor lo bendiga.