Bella ciao

24 sep 2022 / 16:00 H.
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Las canciones no solo tienen el valor de llegarnos dentro, sino que en ese giro que solo la música genera, son capaces de rodearnos de una ración de realidad circundante, de procurarnos una inmersión en un tiempo pasado, en una tradición olvidada que nos es devuelta, en una “ideología” que nos brota como si nunca la hubiésemos manejado, en un estado de vigilia que, sin embargo, nos permite vivirlo con los ojos cerrados y el corazón abierto.

La actualidad nos ha traído esa “Bella Ciao” que muchas veces hemos entonado sin entender o sospechar qué era lo que realmente estábamos cantando. Cosas del dulce “son” italiano que, signifique lo que signifique, se nos antoja un soplo amoroso en el oído o un resplandor, tenue pero evocador, que nos estremece.

Confieso que solo por los comentarios que la salida a colación de “Bella Ciao” se han promovido en las redes he sabido que la canción ha formado parte de la banda sonora de “La casa de papel”. Debo ser una de las escasas personas que no han visto la serie. En mi recuerdo las notas de esa canción están unidas a la estampa de Silvana Mangano en “Arroz Amargo”. No por sonar en el film sino por la historia de esas “mondinas” representadas por la actriz y que entonaban...” Por la mañana recién levantadas, Oh bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao ciao, por la mañana recién levantadas, nos toca ir a los arrozales. Y entre los insectos y mosquitos, Oh bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao ciao, y entre los insectos y mosquitos, el trabajo duro nos toca hacer” La última estrofa entronca con el otro significado de la canción. “Pero llegará un día en que todas nosotras, Oh bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao ciao, trabajaremos en libertad”.

En efecto, quizá la canción suena más cuando hablamos de Mussolini, los nazis y el fascismo. La versión política de la letra nos adentra en la lucha partisana: “Si muero como Partisano, Oh bella adiós, bella adiós, bella adiós, adiós, adiós, tú me debes sepultar. Cava una fosa en la montaña, bajo la sombra de una bella flor. Y la gente cuando pase dirán “¡Qué bella flor!” Es la flor de un Partisano muerto por
la libertad”.

En estos tiempos en que todo se politiza y se lanza como arma arrojadiza contra el adversario incluso esta canción ha servido para remover enfrentamientos de los unos contra los otros. Una conocida cantante parece que se ha negado a cantar la canción en un programa de nuestra televisión y hasta ciertas representantes políticas han alzado su voz censurando su actitud. La cantante ha explicado que no tiene por costumbre entonar canciones políticas pero ciertas “jaurías” han aprovechado para tildarla, claro está, de profascista y otras lindezas. La libertad parece estar escorada hacia uno de los extremos y esas posturas nunca llevan a buen puerto. Dejemos a la música fluir. Vuelvo a escuchar esa “Bella Ciao” y me quedo con la lucha de los partisanos, de entonces y de ahora, por esa libertad siempre buscada y que tan esquiva se muestra a veces, pero también con la lucha diaria por el trabajo digno que abanderaban aquellas “mondinas” en la Italia de finales de los años 40. Ciao fascismo, ciao dictaduras de cualquier catadura, ciao trabajos sin condiciones adecuadas. Y viva por siempre esa “bella” libertad por la que siempre seremos partisanos en su busca.

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