Balasgate
Las cosas caen por su propio peso solo si se les deja caer y, en mi opinión, el asunto estrella de la semana está cayendo sobre la cabeza de alguien muy alto. Esa omertá utilizada habitualmente por las gentes mafiosas en las películas de mafiosos de blanco y negro, no debería ser la estrategia de un gobierno en exceso silencioso y corto de argumentos. Hasta la defensa se hace utilizando ataques desgastados que no sirven para nada. En estas condiciones no queda más remedio al pueblo gobernado que sospechar la verdad si nadie se la dice. Y se está tardando en exceso en hacerlo mucho más de lo que ese pueblo puede permitirse antes de convertir su sospecha en su propia verdad que será más difícil conseguir que deje de serlo. Que empresarios de postín se reúnan en el despacho de un abogado de postín con una mindungi del PSOE, no es creíble de ningún modo. Porque nadie se reúne con nadie para cosas menos seria sin antes no conoce de forma acreditada con quien se reúne, menos para tratar asuntos del calado del que se trata. Solo hay dos opciones: una que los empresarios fueran tontos (opción difícil de creer) o dos, que la mindungui no lo fuera tanto. Una cosa lleva a la otra sin duda alguna. Pero claro está, ningún empresario va reconocer su falsa idiotez y eso nos lleva a pedir al PSOE que aclare de quien es la tal Leire y como sabe tanto de lo que al partido le conviene.