Ataque a las investigaciones judiciales
Se les llena la boca(za) de democracia a las personas dedicadas a la política, cuando les interesa, ya sea desde el poder legislativo o el ejecutivo, pero claro, siempre y cuando no sean ellos o “su gente” los investigados en causa penal instruida por un juzgado. Entonces, diluyen sin rubor la separación de poderes, faltan el respeto a la labor y función jurisdiccional sin miramientos y encima tienen la osadía de discutir las resoluciones procesales (totalmente legítimo y necesario) sin medir sus palabras faltando el respeto, yendo mucho más lejos de lo que es procedente en derecho y en democracia. Pero es que, además, como profesional del derecho que soy, me atrevo a dar un consejo, y no es otro que afirmar que vilipendiar y atacar la labor de un juez instructor es dispararse dos tiros en los pies, pues si no querías caldo vas a tomar dos tazas —por cierto el mismo número de nuevos delitos investigados para la esposa del presidente, yo ahí lo dejo—. Por tanto, apelo al respeto que debemos tener a la función del poder judicial conferida constitucionalmente, ante la que todos somos iguales, confiando en nuestra justicia como expresión precisamente de la democracia y de la protección que algún día también podremos necesitar, la que permite también ejercer la función política con libertad.