Ángela Mata, gemela, pero diferente
Vino al mundo cinco minutos antes que su hermana. Disfruta de una memoria extraordinaria que le permite recordar con exactitud nombres, apellidos, características de las personas, palabras y fechas. Se atusa el cabello liso, largo y oscuro, mira con profundidad y me ofrece una bella sonrisa. Ángela Mata Martínez es una chica jiennense de veintitrés años, alegre e incansable. A pesar de haber sido diagnosticada a la edad de cinco años, tuvo serias dificultades para que entendieran su discapacidad y solo después de un año en el instituto pudo compartir el aula de apoyo con otros chicos con discapacidades. Recibe soporte y formación en la Asociación Autismo Jaén “Juan Martos Pérez” para personas con trastornos del espectro autista donde, en la actualidad, participa en el proyecto “Unidades integradas en la comunidad”.
“Tengo una hermana gemela, María Teresa, pero yo soy la mayor. Somos gemelas, pero distintas”, afirma. Noventa familias con más de un centenar de niños con autismo, la mayoría chicos, solo diez son de sexo femenino, pertenecen a esta asociación que cuenta con cuatro sedes en Jaén.
—¿Qué hace exactamente en este proyecto, Ángela?
—Muchas cosas —responde—. Lunes y miércoles voy a Linares, a Ainper y a la biblioteca. Me gusta leer el periódico. Martes y jueves voy al gimnasio. Allí conozco a gente y hago abdominales, cinta, natación... No quiero engordar.
—¿Y los viernes?
—Los viernes son el mejor día. Voy a Cruz Roja, como voluntaria, y ayudo metiendo datos en el ordenador. Otros días, al salir del gimnasio, clasifico las comidas en el Banco de Alimentos y ordeno la ropa en Cáritas... Vestidos con vestidos, pantalones con pantalones.
—¿Le acompañan monitores?
—Sí, dos monitores. También tengo cuatro compañeros: Alex, Juan, Andrés y Juan Antonio. Todos son mis amigos, pero confieso que Juan Antonio es mi favorito —dice entre risas.
Me relata con detalle momentos de su vida, como si los estuviera contemplando en una pantalla.
—Tiene mucha memoria. ¿Guarda algún recuerdo especial de su infancia?
—Mis Barbies... y mi cuarto cumpleaños, en el “Chiquipark”. Comimos tarta de chocolate, soplé las velas... y me hicieron un regalo fantástico: la película de La Bella y la Bestia 2, una Navidad encantada. Mi hermana estaba conmigo. Gemelas, pero distintas —reitera—. Ella estudia mucho y va a la Universidad. También se ha sacado el carné de conducir. Conducir con tacones es peligroso, ¿lo sabías? Mejor llevar zapatos planos.
Dos veces a la semana va a terapia con su psicóloga, trabajan sobre todo la estructura del lenguaje y cómo regular las emociones. Nunca se rinde, quiere aprender, descubrir, salir de sí misma, de su rico mundo interior y comprender el exterior, lo ajeno, tan extraño a su mente. Su naturaleza incansable compensa con creces sus dificultades y la convierte en una auténtica conquistadora. En la consulta participa en un grupo de adultos donde hay cuatro chicos con Asperger.
“Mis compañeros son muy inteligentes y guapos, pero no saben bailar; yo les enseño”, declara con satisfacción.
—¿Le gusta bailar?
—Sí, me gusta la música. Y también la Biología, la Historia...
—¿Historia de España?
—Y la de América precolombina —aclara.
Le gusta cocinar en casa, sobre todo pasta: macarrones con tomate, atún y queso; participa en los proyectos de ocio de la asociación; su color favorito es el rosa. Le gustan los animales y tiene un gato blanco, “Nieve”, al que adora. Le encanta ver televisión y recuerda con felicidad un viaje a Madrid con su familia. Lo que más le impactó fue el Circo del Sol, así como los mapas y animales del Museo de Historia Natural.
—¿A qué le gustaría dedicarse en el futuro?
—El futuro es muy complicado —sentencia con el ceño fruncido—. Enamorarse es un rollo y tener hijos, muy doloroso. Prefiero los primos... Quiero cuidar de mis padres cuando sean mayores, vivir con ellos y darles cuanto necesiten... Sus padres nunca la han limitado, sino estimulado y amado. Tras su racionalidad se esconde una gran sensibilidad. Lucha por superarse, no ceja en su empeño de vencer sus dificultades de comunicación y lleva por bandera un único lema: “Si es fácil, sola; si es difícil, me ayudas”. Lógico y sencillo... Es Ángela, gemela diferente y sorprendente.