Arde París
España arde con el caluroso julio que nos ha preparado la meteorología y la política, con unas elecciones a la vuelta de la esquina. Mientras tanto, nuestros vecinos franceses pasan unas noches especialmente calientes a cuenta de los disturbios que se están produciendo desde hace semanas. Razones sociales son las que, al parecer, están detrás de estos conflictos que de momento se han cobrado la vida de un joven a manos de la policía. La discriminación social y laboral que padece cierta parte de la población en un país tradicionalmente receptor de emigrantes, lleva causando gran malestar desde hace 30 años en Paris, Marsella o Lyon, y cuando los políticos no atajan esos problemas desde su raíz, estos se enquistan y más temprano que tarde, dan la cara en forma de revueltas, disturbios y violencia callejera. Muchos cuidadito con los franchutes, que estos son revolucionarios, sacan del trastero la guillotina y en un pis pas la lían como en 1789. Y mucho ciudadito en España, que nuestro rico refranero dice que cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar.