Aquí y ahora

    02 mar 2022 / 16:30 H.
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    En la inmediatez de nuestros tiempos, el aquí y ahora condiciona cualquier aspecto de nuestra vida. Los procesos de emprendimiento no escapan a esta realidad. Si no tienes una idea que encaje en la lógica de la urgencia, ni se te ocurra emprender. La cocción a fuego lento no cabe en el emprendimiento de hoy. Si tu idea no es capaz de crecer exponencialmente desde ya, ni se te ocurra emprender. En medio de esta vorágine donde lo que importa es ir rápido, yo quiero ir lento. Y es que en el emprendimiento no todo tiene por qué ir bajo el yugo de la “todopoderosa inmediatez”; no siempre se puede y tampoco se debe. Cada proyecto, cada persona, requiere velocidades, ritmos de maduración diferentes. Empecemos... ¿Qué es emprender? Proviene del latín “in prendere” y según la RAE, se refiere al acto de “acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro”. Pero... ¿de qué dificultades hablamos? ¿De los riesgos financieros que el emprendedor asume? ¿De la escasez de conocimientos técnicos empresariales? ¿De la ausencia de habilidades que una persona emprendedora debe reunir? ¿Cuál es el verdadero peligro o dificultad? ¿Qué es lo importante cuando nos lanzamos a la piscina del emprendimiento? ¿Es más importante conseguir financiación o entender un plan de tesorería, que aprender a asumir que habrá situaciones sobre las que podemos incidir y otras que escapan a nuestro control, o aprender a controlar las emociones, actuar con propósito, renunciar a la negatividad y asumir la importancia de la constancia y el desarrollo de los hábitos adecuados...? Quizás nos hemos acostumbrado a dirigir foco hacia un único lugar: las competencias y habilidades técnicas de la persona que emprende, olvidando que, al mismo tiempo, dejamos en la sombra lo realmente importante: la persona y su capacidad de gestionar éxitos y fracasos, que también llegarán. Así que en la época de la inmediatez, ¿no te parece que ha llegado el momento de poner freno y apostar por un modelo de emprendimiento más humano, inspirado en la cultura del paso a paso y la mejora continua...? ¿Te suena la filosofía Kaizen? Y es que, en emprendimiento, crecer rápido u obtener resultados inmediatos no puede ni debe ser requisito exigible ni extensible a todos los proyectos ni a todas las personas.

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