¿Aparejador?

02 jun 2016 / 17:00 H.

En abril se celebró en Granada la Convención Técnica y Tecnológica de la Arquitectura Técnica. Entre los interesantes temas tratados hay uno del que aquí me hago eco, cual es la “marca profesional”. Después del lamentable bodrio que está suponiendo la implantación del proceso Bolonia (EEES), cuyo espíritu inicial comparto, pero que, como casi siempre en este país, los intereses particulares y los poderes fácticos rizan el rizo, para seguir manteniendo intocables los privilegios, antes que el interés general. Quiero dejar claro que no es lo mismo titulación universitaria que profesión, véase licenciado en Derecho y abogado. En nuestro caso, a pesar de los esfuerzos, ayer, con el Libro Blanco de la Arquitectura Técnica para unificar los títulos en 33 Universidades, por causas ajenas a esta profesión, hoy, hay una mezcla de titulaciones que lleva a la confusión; y la segunda que esta “profesión” lo es y se la conoce como “aparejador” documentado en el siglo XV, “Aquí yace Guillen de Rohan, maestro de la iglesia de León et Apareiador de esta capilla” (Tordesillas). Debemos luchar para que esta histórica profesión se siga conociendo como aparejador.