Antología crítica

Cuestiono la antología crítica editada por Araceli Iravedra: “Hacia la democracia”, “La nueva poesía” (1968-2000), y “Visor” (2016). Apunta Luis Bagué Quílez que aparece un documentado ensayo académico y una ajustada selección poética, con aportaciones de treinta y cuatro autores pertenecientes a diversas generaciones y marcos estéticos. La poesía de la experiencia no fue la única tendencia en un periodo en el que proliferaron las terceras vías. El neosurrealismo de Blanca Andreu, la nueva épica de Julio Martínez Mesanza, la epifanía salmódica de Juan Carlos Mestre o la retórica del silencio de Andrés Sánchez Robayna abrían cauces elocutivos, bien con la contracción rítmica o por la senda de un minimalismo adherido al giro icónico de las artes plásticas. Esa disparidad de líneas, acogida bajo el marbete de “poesía metafísica”, concibió el campo lírico como un ring en el que pugnaban experienciales y metafísicos. Ante los socialrealistas del medio siglo, el sensismo de Fernando Beltrán, el realismo de indagación de Jorge Riechmann, el realismo expresionista de Roger Wolfe y el neorrealismo épico de Manuel Vilas militan y resisten los desmanes del capitalismo tardío.