Año de esperanza

    15 ene 2021 / 18:19 H.
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    Todo escritor se ha enfrentado alguna vez al síndrome del folio en blanco, esa sensación tan frustrante de no saber por dónde comenzar a decir aquello que lleva dando vueltas en su mente desde hace tiempo, una serie de ideas que, aunque las tiene muy claras dentro de sí, cuando se propone expresarlas se atropellan unas con otras y es incapaz de ordenarlas, desarrollarlas de una forma lógica y ponerlas por escrito para compartirlas con sus lectores. Hace unos días, revisando el calendario caí en la cuenta de que la publicación de este artículo coincidiría con los primeros días del año 2021 y de forma inmediata me vino a la mente que quizás sería bueno saludar este año como el de la esperanza y no dedicar demasiado esfuerzo a recordar el nefasto 2020, porque la vida es un flujo continuo y la realidad nos dice que el pasado nunca vuelve y el futuro, en este momento, solo existe en nuestra imaginación. No obstante, para intentar seguir adelante, hacer realidad ese posible futuro y que este sea más halagüeño que el infausto pasado y el duro presente, hay que encontrar el mejor camino para superarlo y eso se consigue por medio del análisis de la realidad a la que hemos llegado después de un año de desgracias propiciadas por un virus que ha paralizado la economía llevando al paro a gran parte de la población, extendiendo la pobreza de manera dramática, ha infectado a millones de personas y causado la muerte a muchas de ellas, y como consecuencia ha cambiado la forma de vivir de todo el orbe. Este es el pavoroso resumen de lo acontecido hasta el momento.

    Con mucho dolor y sacrificio hemos sobrevivido a esta calamidad y logrado llegar a este nuevo año en el que la ciencia que ha trabajado sin descanso, pone a nuestra disposición las vacunas, única arma efectiva para revertir la situación y acabar con la pandemia. A partir de ahora todo comenzará a cambiar y mejorar de forma gradual, así que será necesario mantener la calma y continuar obrando con prudencia hasta que se vaya extendiendo la inmunidad y se consiga detener la transmisión de la enfermedad, que según parece seguirá ahí acechando, aunque ha de llegar el momento en que esté controlada y se puedan relajar las imprescindibles medidas de contención, aunque ya nunca la vida volverá a ser como antes pues ya sabemos que las consecuencias de infectarse pueden ser mortales.

    Este año 2021 será de esperanza y sobre todo de transición y reconstrucción. Una de las consecuencias de la pandemia ha sido la gradual pérdida de confianza en las relaciones sociales y quizás esos abrazos espontáneos que con tanta efusión nos dábamos antaño no vuelvan en mucho tiempo, porque el miedo y la desconfianza han colonizado nuestras mentes y sin darnos cuenta estamos desarrollando cierta fobia al contacto social. Es de esperar que la mejora progresiva de los datos sanitarios que se derivará de la aplicación generalizada de las vacunas ayudará también a ir recobrando el equilibrio emocional y poco a poco podremos mirar, saludar e incluso abrazar a los demás sin sentir ningún miedo, y esa será la señal que confirmará que hemos logrado superar esta dura prueba.

    Y además esa esperanza también se ha de ver materializada en una reconstrucción de todos los elementos productivos que se han destruido, en la creación de nuevas industrias que sean capaces de generar puestos de trabajo sostenibles, en una mejora generalizada de las condiciones de vida de toda la sociedad, en una justa distribución del bienestar, en una lucha sin fin contra la ignorancia y la pobreza, porque el futuro ha de ser patrimonio de todos y debería llegar a todos los seres humanos, pues del mismo modo que todos hemos padecido esta pandemia, todos deberíamos ser remunerados con los beneficios que se obtengan con el sacrificio y el trabajo común. Veremos como las diferentes vacunas en este año que hoy comienza se distribuyen por el mundo y es de justicia esperar que llegue a todas las sociedades y a todos los lugares porque la pandemia como su nombre indica es un problema global y la humanidad no se puede permitir ninguna mezquindad en este tema. Tenemos que felicitarnos por la rapidez de la victoria que estamos consiguiendo entre todos y para todos en este año 2021, el año de la esperanza.

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