Vivimos ajenos a tantas cosas importantes y que nos proporcionan calidad de vida que olvidamos que existen, que pasan dificultades y que a menudo funcionan a pesar de las trabas que encuentran en su quehacer diario. Me refiero a la sanidad pública, a los excelentes profesionales que tenemos en Jaén y a los que no agradecemos lo suficiente su labor imprescindible. Hoy se cumple un mes de mi accidente de tráfico, de mi paso por el Hospital Neurotraumatológico. Nunca imaginé que la recuperación sería tan rápida, pero cuando los profesionales realizan un trabajo excelente y bien coordinado los buenos resultados están asegurados.
La sanidad pública en Jaén presenta desafíos a los que urge hacer frente lo más rápido posible. La atención hospitalaria necesita refuerzos si queremos que la reducción de las listas de espera sea una realidad. Además, para garantizar una atención sanitaria de calidad las condiciones de trabajo del personal que nos cuida deben ser óptimas ya que un trabajador o trabajadora bien valorado dará lo mejor de sí mismo en su entorno laboral. Médicos y médicas, enfermeros y enfermeras, celadores y celadoras, y auxiliares se relacionan diariamente con las personas hospitalizadas y la mayoría entienden la vulnerabilidad en la que se encuentra el paciente, son cariñosos y su presencia es como un bálsamo para el alma. Pero, no nos engañemos, existen también los y las que actúan marcando un abismo entre el enfermo y el sanitario; como si la persona hospitalizada no tuviese nombre, como si la vida del enfermo pendiera de un finísimo hilo que cuelga de unas manos indiferentes a su angustia.
No existen evidencias científicas que demuestren la relación entre el estado de ánimo y la recuperación del paciente, pero es indiscutible que la actitud con la que nos enfrentamos a una intervención es de vital importancia. Lo cierto es que una adecuada atención sanitaria unida a una buena dosis de amabilidad y cariño hace que el estado de ánimo del paciente se mantenga en buenas condiciones y afronte la convalecencia con fortaleza.
El sector de sanidad CSIF de Jaén denunció la falta de profesionales en el Hospital Universitario en un artículo publicado en el periódico digital “horajaen.com” el 14/12/22. En él se destacaba la falta de anestesistas como uno de los problemas más graves ya que provoca un gran retraso en las intervenciones quirúrgicas. La reducción de las listas de espera tiene un doble impacto, por un lado, se evita que la salud y calidad de vida de los enfermos empeore y por otro se reducen costes asociados a la atención médica. Esta situación aún no se ha resuelto y es la consecuencia de una mala planificación a lo largo de los años.
Existe la creencia de que no se invierte en la sanidad pública, pero lo cierto es que, según fuentes oficiales, la inversión ha aumentado en 17 millones de euros el presupuesto de este año en el capítulo 1 (personal) solo en el Hospital Universitario de Jaén, más de un 10%. Hay una especial sensibilidad hacia Jaén, se reconoce lo desfavorecida y olvidada que ha estado y se está invirtiendo en ella de forma decidida. A modo de ejemplo diré que Córdoba solicitó un segundo Robot Quirúrgico DaVinci la consejera de salud —que es de Jaén y por lo tanto conocedora de la situación— afirmó que hasta que Jaén y Huelva no tuvieran un DaVinci, Córdoba no tendría el segundo. Gracias a ello desde el año pasado tenemos esta tecnología en nuestra provincia. Las obras de la nueva ciudad sanitaria están a punto de comenzar, se ve el principio del cambio y eso es ilusionante tanto para trabajadores como para usuarios del Hospital.
Desde la distancia que me regalan los días soy capaz de apreciar el trabajo bien hecho del equipo del Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario de Jaén, dirigido por el doctor Osamah El-rubaidi Abdullah. Su equipo ha hecho posible que en solo tres días estuviera en casa recuperándome a mi ritmo, lejos de la lenta y rigurosa cadencia que marca el gotero mientras inyecta el coctel de calmantes y antibiótico en la corriente sanguínea.
