Amalia, fotera

    03 sep 2019 / 09:20 H.

    Gabinete Fotográfico. Retratos. Grupos. Reproducciones. Vistas. Así comenzaba el anuncio que Amalia López Cabrera insertó en El Anunciador de la provincia de Jaén el 16 de febrero de 1866. Hacía 6 años que había inaugurado su estudio en la calle Obispo Arquellada, junto a la imprenta de su marido. Amalia, por derecho, fue la primera fotógrafa española y la primera en montar negocio propio. Almeriense, de familia acomodada, no dudó en apuntarse a los cursos que el Conde de Lipa, fotógrafo de Isabel II, ofrecía en Jaén. Fascinada ante ese mundo, tarda poco en ser alumna aventajada y valiente, firmando sus propias placas. Aquel anuncio da cuenta de lo mucho que sabía la pionera de la fotografía. “Se han obtenido todos los adelantos recientes en este establecimiento... No se entregan retratos si no satisfacen a las personas interesadas. Se sacan fotografías en todos los tamaños”. Perdemos la pista de Amalia cuando la familia se traslada a Madrid para imprimir, concesión oficial, la Gaceta Agrícola. Aunque sabemos que compitió en los primeros concursos fotográficos con buenos resultados. De tú a tú, con los hombres ya consagrados de aquellos inicios.