Alternativas a la pandemia

    08 abr 2020 / 16:32 H.
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    Los griegos del siglo de Pericles llamaban pandemia a un mal que sufría “todo el pueblo”, algo así como este coronavirus que intenta destruirnos. En medio del drama soportamos fantasmagóricos tertulianos, Maruhendas del autobombo, la impostura y la ignorancia, que no dejan de mentir y enmarañar. Pero, es cierto, empiezan a dibujarse alternativas al dañino coronavirus ideológico. Hartos del exceso mediático de palabras refritas y verbo manipulador, filósofos como Markus Gabriel y Emilio Lledó o el literato Antonio Muñoz Molina han traído razón y sensatez. El pensador alemán Markus Gabriel, tras preguntarse si el coronavirus es una respuesta inmune del planeta a la insolencia del ser humano que destruye seres vivos por codicia; acaba culpando a la globalización y a nuestro sistema consumista que destruye la naturaleza y atonta a los ciudadanos. Muñoz Molina celebra que, por fin, frente a los demagogos de las tertulias y la “tiniebla de la opinión”, prevalecen las voces de personas que saben y de profesionales cualificados y con coraje. Nos conmina a que no aceptemos el descrédito de la experiencia y el conocimiento: “maestros y profesores de instituto llevan décadas sometidos al flagelo de psicopedagogos y de comisarios políticos; los médicos y los enfermeros, en la sanidad pública, se han visto sometidos al capricho y a la inexperiencia de presuntos expertos en gestión o en recursos humanos...” Ha hecho falta una calamidad, concluye, para descubrir la importancia suprema del conocimiento sólido y preciso. Emilio Lledó advierte de la presencia de otras plagas como el deterioro de la educación, la cultura y el conocimiento. Nos pide que “después de esta crisis del virus intentemos reflexionar con una nueva luz, como si estuviéramos saliendo de la caverna de la que hablaba el mito de Platón, en la que los hombres permanecen prisioneros de la oscuridad y las sombras”. El virus nos ha hecho reconocernos en la fragilidad humana. La alternativa es pensar que no hay progreso científico y social sin progreso moral. Frente a la pandemia vírica necesitaremos el conocimiento y la inteligencia para alcanzar una nueva ilustración.

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